6.7.09

Las campañas keynesianas

Se acabaron las campañas por un momento, aunque para Torreón pronto empezara, o ya empezó, la carrera a la alcaldía; más gastos, más anuncios, más contaminación y muchos nos quejamos de lo impresionantemente caro que es una campaña política, basándonos en lo que se publica y aprueba por el IFE, el gasto permitido para las campañas a una diputación es de $812,680.60 pesos, entre los cuales se tendrían que pagar los gastos publicitarios, los gastos de mítines, comidas, reuniones, viajes, renta de equipo y locales, etc.

Bien es sabido que la cifra real va mucho mas allá de esos $812 mil pesos, pero fuera de ver lo negativo e insultante que es la cifra, habría que ver lo positivo y es entonces que Keynes sale a relucir.

Keynes fue un economista ingles que se dio cuenta como la política monetaria no lograría sacar a su país de la recesión, es por eso que impulso la política fiscal, la intervención del gobierno directamente en la economía y esta intervención se dio a través del gasto público; es a el a quien se le atribuye la acción de emplear a unos cuantos para hacer pozos y a otros para taparlos.

Como sabemos, el gobierno solo puede gastar lo que recauda a través de diversas formas y es ahí a donde va a conectarse todo; las políticas keynesianas se basan en un gasto fuerte del gobierno, dicho gasto impulsara la economía porque habrá gente con dinero, por muy poco que sea, que lo usara para comprar algo, ya sea desde comida hasta un carro.

Las campañas políticas pueden ser consideradas un instrumento keynesiano; de esos $812 mil pesos que se gastan y que salieron del gobierno, mucho va a contratar sillas para los mítines, contratar al de las gorditas o lonches para dar de comer, a alguien que venda refrescos, a la renta de algún local; la otra parte que falta va para pagar administradores, organizadores, ayudantes, vigilantes de casillas y toda una serie de personas que no pudieran percibir un ingreso si no fuera por la existencia de estas campañas.

Se requiere tomar en cuenta que los distritos abracan poblaciones rurales, muchas de las cuales ni siquiera cuentan con trabajadores debido a la migración, es a través de este gasto que logran percibir un ingreso real, el cual será destinado a algo pequeño pero que incentiva a la economía de la localidad.

Que decir de la cantidad de cosas que se regalan, tinacos, despensas, varilla, ladrillos, cementos, cuadernos, lápices, camisas, cachuchas y un largo etc., todos esos productos le fueron comprados a diversos establecimientos, ya sea de amigos del candidato o de alguno de sus ayudantes o cualquier empresa independiente.

Es bueno quejarse de estos gastos, pero es triste que solo veamos el lado amargo de las cosas, nos estamos volviendo un país de limosneros, que solo votan si se les regala algo; pero no olvidemos el otro lado de la moneda, se mueven inventarios en las ferreterías, papelerías, abarroterías o tiendas de autoservicio, o cualquier otra tienda o negocio que tenga algo que ver con productos regalados antes y durante las campañas.

Todo ese incremento en el gasto es parte de la teoría keynesiana, aumentar la demanda agregada para así reactivar a la economía, pero siempre y cuando no sea simplemente regalar el dinero porque esto lleva a una inflación mayor; dicho gasto tiene que ir respaldado de un requerimiento de productos y servicios que incrementen el valor de la economía; el publicista contrata repartidores de volantes, bardas, lonas, bastidores, los cuales son fabricados por herreros quienes comprarán ángulos y soldadura; el que dará de comer en las reuniones electorales pagará la comida, le dará sueldo a algún ayudante, usara su equipo; los que rentan mobiliario, rentaran las sillas, mesas, micrófonos, bocinas, la lista es interminable y es por esa razón que las campañas políticas, por más malas que parezcan, tienen una vital importancia para la economía de este país porque esos $812 mil pesos por diputado se convierten en $ 2 mil 731 millones de pesos aprobados por el IFE y como financiamiento directo, siendo lo demás contabilizado, aproximadamente se gastaran $3 mil 633 millones de pesos.

Para saber más (links se abrirán en otra ventana):

Aprueba IFE financiamiento a partido y topes de campaña

Acuerdo del consejo general del IFE (PDF)

Instituto Federal Electoral

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